Paula Rego (Lisboa, 1935) es una de las pintoras figurativas más relevantes de la escena internacional y una de las voces plásticas más lúcidas y combativas surgidas en la segunda mitad del siglo XX. La producción artística de Rego está enraizada en experiencias y recuerdos personales, en siniestras fantasías, en la historia del arte y en la literatura. Aprincipios de los años cincuenta se traslada a Inglaterra para estudiar en la Slade School of Fine Art y adopta Londres como ciudad de residencia principal.
Ajena a las modas pasajeras, Rego ha practicado siempre la pintura figurativa bajo formas muy diversas y es de los pocos artistas modernos cuya obra gira en torno a la vida misma, como también lo hicieron los predecesores que reivindica, Goya y Hogarth, revelando así lo mejor y lo peor de la condición humana. Su obra tiene una manifiesta voluntad subversiva y liberadora, con una evidente dimensión de lucha contra la autoridad. En ella la artista habla de la dominación, la opresión y la violencia con lo que cuestiona los estereotipos impuestos socialmente. Con enorme fidelidad a su experiencia del mundo inspirada en los recuerdos de su solitaria pero mágica infancia en Portugal y en los muchos papeles que ha asumido en su vida, Rego ha creado una obra intensamente conmovedora y humana con un lenguaje apasionado y enérgico.
La presente exposición (Septiembre – Diciembre 2007 Museo Reina Sofia) es su retrospectiva más completa y recorre su trayectoria artística a través de importantes grupos de obras de cada periodo, permitiendo explorar en profundidad la interrelación de sus diferentes registros, así como la evolución de la artista como un viaje a través de la mente y de la complejidad de las experiencias vitales. Comienza con obras de su periodo de estudiante, y continúa con las pinturas y collages políticos, alimentados por el odio hacia el régimen de Salazar y realizados con un estilo muy libre en la década de los cincuenta y principios de los sesenta. Tras un periodo de vacío artístico, su creación se reanuda a principios de los ochenta con obras de gran formato y fluida ejecución, pintadas en acrílico sobre papel. En la exposición se presentan además los pasteles de gran formato, por los que tal vez sea más conocida en la actualidad, grupos sustanciales de grabados, que desde finales de 1980 constituyen una parte considerable de su producción y una cuidada selección de sus numerosos dibujos, muchos de los cuales se exponen por primera vez al público.