Resumimos a continuación los métodos para proteger el dorso de un lienzo, por orden de eficacia relativa:
- Rociar o aplicar a brocha una solución de formaldehído al 4 por ciento después de aplicar la cola y, preferiblemente, antes de aplicar la imprimación.
- Colocar un cartón, una tela plastificada o un papel fuerte, clavado al dorso del cuadro enmarcado, de manera que el lienzo no quede herméticamente sellado contra el acceso de aire, pero sí bien protegido contra la acumulación de polvo y suciedad, contra las corrientes directas de aire y contra la presión accidental.
- Dejar el cuadro sin tratamiento.
- Tensar un lienzo doble.
- Sellar el dorso herméticamente, para que el aire quede excluido.
- Cubrir el lienzo con cera o con una mezcla de cera y resina, con panes metálicos o con papel de estaño.
- Aplicar una capa de pintura al óleo, de barniz o de laca.