Roger Van der Weyden
El descendimiento
Museo El Prado
El gran maestro de Tournai centra la composición en la Compassio Mariae, la pasión que experimenta la Virgen ante el sufrimiento y la muerte de su Hijo. Para traducirla en imágenes, el pintor escoge el momento en que José de Arimatea, Nicodemo y un ayudante sostienen en el aire el cuerpo de Jesús y María cae desmayada en el suelo sostenida por San Juan y una de las santas mujeres.
La riqueza de sus materiales -el azul del manto de María es uno de los lapislázulis más puros empleados en la pintura flamenca de la época- y sus grandes dimensiones, con las figuras casi a escala natural, evidencian ya lo excepcional de la obra. El espacio poco profundo, de madera dorada, en que Weyden representa a sus figuras y las tracerías pintadas de los extremos superiores -imitando también la madera dorada-, al igual que el remate rectangular del centro, las hacen semejar esculturas policromadas. Además, el engaño óptico se refuerza aún más por el fuerte sentido plástico que Weyden imprime a sus figuras, siguiendo el ejemplo de su maestro Robert Campin, como hace en todas sus obras tempranas.
Weyden maneja con maestría las figuras representadas en un espacio limitado al fondo y en los extremos, donde los movimientos opuestos y complementarios de San Juan y la Magdalena cierran la composición. En el interior de ese espacio sobresale el juego de diagonales paralelas que diseñan los cuerpos de Cristo y de María, poniendo de manifiesto su doble pasión. Impactan los gestos, la contención con que se expresan los sentimientos y el juego de curvas y contra curvas que une a los personajes.
Es encargada por la Cofradía de los Ballesteros de Lovaina hoy en Bélgica para su capilla en la Iglesia de Nuestra Señora de Extramuros. En las esquinas superiores están representadas pequeñas ballestas. Adquirida por María de Hungría en el siglo XVI, pasa después a manos de su sobrino Felipe II. Éste la coloca en la capilla del Palacio de El Pardo hasta su entrega a El Escorial en 1574. Desde ese año estuvo allí hasta 1936 en que se trae al Museo Nacional del Prado, enviándose como contrapartida la copia deMichel Coxie.
Procedencia:
Capilla de los Ballesteros de Lovaina (Bélgica); adquirida por María de Hungría, para la capilla del Palacio de Binche; posteriormente enviado a España, a la capilla de El Pardo; Monasterio de El Escorial, 1574-1936; depositada en el Museo del Prado por la Junta de Incautación, 1936; por Decreto de 02-03-1943 quedó establecido el depósito temporal, renovado en 1998 mediante Acta de regularización de Depósitos con Patrimonio Nacional.
Weyden, Roger van der (Tournai, h. 1399/ 1400-1464).
Pintor flamenco. Su nombre en origen debía ser Rogier de la Pasture, siendo su padre, Henri de la Pasture, cuchillero. Tanto la primera parte de su vida como el ca tálogo de su obra no están exentos de dudas y problemas. En 1427 entra como aprendiz en el taller de Robert Campin y lo abandona ya como «Maistre Rogier» en 1432. Estos datos incontrovertibles han generado mucha literatura moderna; ¿cómo un hombre ya casado y al que ha nacido quizás el primer hijo, puede entrar de aprendiz a los veintiocho años en un taller de pintura? En 1423 entre los oficios se había establecido la norma de que cualquiera que quisiera obtener su maestría franca en una ciudad debía pasar por un aprendizaje de cuatro años junto a un maestro (Châtelet).
En 1426 se dice que Weyden no estaba en Tournai, sino en Bruselas. Su mujer es hija de un zapatero de esta ciudad (Isabel Goffaert). No existe ninguna noticia entre 1432 y 1435, pero es muy probable que residiera en Lovaina. El Gremio de Ballesteros de esta ciudad le encarga El Descendimiento (Prado) hacia 1434-1435 para la iglesia de Nuestra Señora Extramuros. En todo caso, Molanus (1553-1585) le llega a llamar «Pictor et cives Lovaniensis».
El 21 de abril de 1435 se instala en Bruselas con su mujer y sus dos hijos. En marzo de 1436 es ya pintor oficial de la villa, aunque su cargo de «stad Scildere» es personal y se extinguirá, dicen (no será verdad), con su muerte. Entonces cambia su nombre francés «de la Pasture» por «van der Weyden», esto es, lo flamenquiza. Se establece en una casa cerca del barrio de los orfebres. Entre 1439 y 1441 realiza una de las obras que le darán más fama, Justicias de Herkenbald y de Trajano, por desgracia quemada en un incendio del Ayuntamiento (1695).
Se conserva un recuerdo, que no una copia, en una tapicería de Berna (h. 1460-1470). Es el segundo ejemplo en el ámbito flamenco (el primero esJuicio Final, de Diest, en 1420) de una pintura ejemplar de justicia destinada a un ayuntamiento. Trabaja en todo lo que entonces acostumbra a hacer un pintor: en 1439, el duque Felipe el Bueno le encarga la policromía de la tumba de María de Evreux, mujer de Juan III, duque de Brabante, y de su hija María; en 1441 la pintura de un dragón, para la procesión del «Grand Tour» en honor a santa Gertrudis de Nivelles. Hubo de recibir encargos de la casa ducal, en especial, retratos, además de lo dicho. En estos años llevará a ca bo el Tríptico de Miraflores(Staatliche Museen, Berlín), que el rey Juan II de Castilla y León regala en 1445 a la cartuja de Miraflores (Burgos) recién fundada. Quiere decir que es un pintor cuyo prestigio ha traspasado las fronteras de su país.
En 1450 viaja a Italia, según Facio (1456), para ganar el jubileo romano. Aunque debió pasar un tiempo allí, el renacimiento reciente no le causa especial impresión, si bien en algunas de sus pinturas acusa préstamos que afectan a lo compositivo. En 1448 su hijo Cornelio entra en la cartuja de Scheut y él regala la Cruci fixión de El Escorial(la cartuja la venderá en 1555 como obra de Roger y recibiendo a cambio, además, una copia). En 1460, Bianca Maria Sforza envía a su pintor Zanetto Bugatto a Bruselas junto a Weyden. Vuelve tres años después y la duquesa escribe una carta de agradecimiento a «Rugerio de Tiurnay pictori in Burseles». Es un ejemplo bastante excepcional de un italiano ya formado que viaja a Flandes para cambiar su estilo, y una señal de hasta qué punto Weyden era un artista muy reconocido. En 1462 él y su mujer entran en la cofradía de la Santa Cruz, de élite, en la que se agrupan las personas más significativas de la sociedad de Bruselas. En la capilla Saint-Jaques-sur-Coudenberg, relacionada con ella, se celebrarán misas por su memoria.
Muere en 1464, como indican las cuentas de la corporación de pintores de Tournai, donde aún se le dice nativo de Tournai y se le llama Roger de la Pasture. Hereda el sentido plástico de las formas de su maestro, el supuesto Robert Campin, y realiza un arte de notable expresividad emotiva, lejos del lenguaje conceptual de Jan van Eyck, que enlaza con la mentalidad de la llamada «Devotio moderna». Sus composiciones calan en la sensibilidad de las clases altas y de la burguesía en general. Por ello se copian e imitan durante muchos años.
Virgen con el Niño (legado Fernández Durán, Prado) es uno de estos iconos creados por él y utilizados por maestros flamencos, primero, y luego castellanos. Fue notable retratista, aunque menos objetivo que Van Eyck. Es interesante comparar la imagen de Nicolás Rolin que deja cada uno. El de Weyden forma parte de su obra más extensa, el políptico del Juicio Finalpara el hospital de Beaune, fundado por el mismo Rolin, donde se manifiesta con claridad la colaboración del taller. Algunas de sus obras más emblemáticas han causado más de una sorpresa cuando se han examinado con las técnicas modernas de reflectografía (Tríptico Columba, Alte Pinakothek, Múnich). Ocasionalmente pudo realizar alguna ilustración de libro (Crónicas de Hainaut de la Biblioteca Real de Bruselas).