Fuente: Wikipedia

Cinabrio o bermellón (por su color), también conocido como cinabarita, es un mineral de la clase de los sulfuros. Está compuesto en un 85% por mercurio y 15% de Azufre. En su simetría y caracteres ópticos presenta un parecido notable con el cuarzo. Como el cuarzo, exhibe una polarización circular, y Alfred Des Cloizeaux demostró que posee quince veces el poder rotativo del cuarzo. Su fórmula química es HgS (sulfuro de mercurio).

Aspecto

Se presenta normalmente en una masa granular de cristales trigonal. Se forma junto a las rocas volcánicas y fuentes cálidas.

 

Características Generales          

Categoría:                          Minerales sulfurosos

Clase:                                   2.CD. 15 a (Strunz)

Fórmula Química:            HgS

Propiedades físicas

Raya:                                    Escarlata

Lustre:                                 Adamantino a terroso

Sistema cristalino:           Trigonal-Trapezohedral

Hábito cristalino:             Rombohédrico a tabular. Granular a masivo.

Exfoliación:                        Prismática, perfecta.

Fractura:                             Irregular a subconcoidal

Dureza:                                               2-2,5

Densidad:                           8,176

Índice de refracción:      nω = 2.905 nε = 3.256

Birrefringencia:                δ = 0,351

Propiedades ópticas:     Uniaxial (+), translúcido.

Solubilidad:                        1,04 x 10-25 g por 100 ml de agua (Ksp at 25 °C = 2 x 10-32)

 

Aplicaciones

Además de ser una fuente importante de mercurio, también se utiliza en instrumental científico, aparatos eléctricos, ortodoncia, etc.

En la antigüedad, fue utilizado para preservar huesos humanos y en pinturas rupestres (como las descubiertas cerca de Almadén). Tal vez siguiendo esa tradición como preservador de huesos, los alquimistas utilizaron el cinabrio para preparar un elixir que, suponían, aseguraba la longevidad. En medicina china, se denomina metafóricamente cinabrio a la energía sexual o energía de vida, recibida de los padres en el momento de la concepción y que se va agotando a lo largo de la vida.

En la Edad Media se utilizó para iluminar manuscritos. Otro de los usos fue como colorante para el lacre, que era un sólido (mezcla basada principalmente por cera de abejas) quebradizo y de punto de fusión bajo para sellar las cartas o documentos de la realeza.

Yacimientos

Se le puede encontrar en todos los lugares que producen el mercurio, especialmente en Almadén y Lena en España, Nuevo Almadén en California, Idrija en Eslovenia, Landsberg en el Palatinado, Ripa, al pie de los Alpes, Apuan, en Toscana, las montanas de Avala en Serbia, la región de Huancavelica en Perí, La Virginia Quindio en Colombia, Sierra Gorda en Querétaro en México y la provincia de Kweichow en China, de donde fueron obtenidos muy finos cristales.

Cinabrio

Fuente: Los Materiales de Pintura y su empleo en el Arte Max Doerner, Ed. Reverté S.A.

CINABRIO BERMELLÓN (cinnabar vermillion), es sulfuro de mercurio rojo, o sea una combinación química del mercurio y del azufre, no venenosa. El producto natural que se halla principalmente en Almadén y en Idria, se separa mecánicamente. No hay ninguna diferencia esencial en las propiedades entre el producto natural y el artificial.

Se distinguen en la fabricación del cinabrio un procedimiento húmedo y otro seco. Por vía húmeda se obtiene el cinabrio amarillento claro llamado alemán y por vía seca el más obscuro y de tonos más fríos. Al obtenerlos se tiene primeramente una masa negra (morena= y al tostarla se producen los tonos más obscuros a alta temperatura y más claros si es más baja.

El cinabrio ennegrece a la luz del sol, lo que ya sabían los antiguos, Por esto pusieron cera en las superficies murales al cinabrio de Pompeya, Al mismo fin tenderán sin duda las capas de laca de rubia que ponían sobre el cinabrio los antiguos maestros, aparte de elevar el tono del color. El ennegrecimiento no se presenta en toda la superficie, sino sólo en forma de manchas.

El cinabrio vuelve a su forma primitiva o morena y permanece negro. No existe un medio alguno que por un proceso físico consiga reproducir el color rojo perdido en los cuadros. En 1916 pude constatar en algunas pinturas un retroceso parcial de las manchas negras, pero con él sobrevenía un obscurecimiento general que nada podía cambiar. La causa del ennegrecimiento, que no puede consistir simplemente en la luz, no ha podido encontrarse categóricamente. De dos cinabrios de la misma clase y fabricados con las mismas medidas de precaución puede uno de ellos ennegrecer mucho y el otro casi nada. Cuanto más profundamente penetra la luz en el aglutinante, tanto más rápidamente ennegrece el cinabrio. Según Elbner, el barniz protege por esta razón menos contra en ennegrecimiento que un aglutinante turbio como por ejemplo una emulsión al temple.

El cinabrio es muy pesado, necesita sólo un 20% de aceite y cubre muy bien, pero a pesar de su pequeño consumo de aceite seca muy mal. Hay que añadirle un 2% de cera para que no solidifique en los tubos y no se separe el aceite. Es insoluble en los ácidos diluidos y en los álcalis y arde con llama azul, sin dejar casi residuos, por quemarse el azufre y vaporizarse el mercurio. Se creía antes que las variedades obscuras, como la de China, eran las más estables, en tanto que el claro alemán se ennegrecía fácilmente bajo la luz. Hoy día parece que la cosa no es así y muchos tipos de cinabrio claro alemán son, según Elbner, muy superiores al chino en estabilidad. Los cinabrios fabricados con arreglo al procedimiento de Elbner no han aparecido todavía, por desgracia, en el comercio. El cinabrio puro parece ser compatible con el blanco de plomo. Tengo una prueba de A. W. Keim del año 1886 en la que se ha pintado al óleo sobre vidrio con dos clases de cinabrio, primero puro y luego con blanco de Krems; los dos cinabrios puros han ennegrecido mucho, mientras los mezclados con blanco conservan aún bastante bien su tono rojo. En este caso, `por lo tanto, el blanco de plomo protegió al cinabrio. También Elbner considera a éste como mezclable sin escrúpulo alguno con los clores de plomo. Pero estas circunstancias parecen haber hoy cambiado, quizás por variaciones en el procedimiento de fabricación porque mis ensayos de cinabrio alemán y chino con blanco de plomo (y también el zinc) en distintas tonalidades, correspondiendo próximamente al tono de las carnes, y realizados durante los últimos 15 años, han dado resultados completamente distintos; el cinabrio sin blanco aguanta y el mismo con él ennegrece a la luz diurna corriente, haciéndose la masa general de un negro grisáceo, en parte hasta el punto de no poder reconocerse rastro alguno del rojo original, y como es natural tal tono en las carnaciones estropearía por completo el cuadro. La causa de la alteración no es aún bien conocida, ya que el azufre libre, al que se podría atribuir la formación de sulfuro de plomo, no altera al blanco de plomo a la temperatura ordinaria. Pero según Church-Ostwald esto es lo que ocurre. A diferencia de la formación de manchas negras, que en el caso normal aparecen en el cinabrio bajo la acción de la luz, estas alteraciones aparecen en toda la pintura. En cambio otras punturas hechas con otra clase de cinabrio parecen haberse conservado bien con el blanco de plomo.  No es de aconsejar su aplicación con colores de cobre, como por ejemplo, el verde de Schweinfurt, pues las mezclas ennegrecen. El cinabrio se ha acreditado bien muchas veces en los cuadros antiguos; Raehlmann encontró en sus investigaciones microscópicas que la forma cristalográfica del viejo cinabrio natural era distinta de los polvos actuales del cinabrio artificial y ello será probablemente la causa de la mejor conservación de los colores antiguos (quizá al temple). Encontró cinabrio con blanco de Krems bien conservado su tono sin ennegrecer. Pero en estos casos se trataba de cinabrio natural fácil de reconocer por su débil proporción de plata. Además este cinabrio antiguo no habrá sido molido tan finamente. Es discutible hasta qué punto los tonos que parecen cinabrio en los cuadros antiguos son de cinabrio verdadero o bien, por ejemplo, de minio de plomo y ocre tostado con óxido de hierro coloreados con cinabrio. También por efecto de contraste puede parecer cinabrio un tono rojo menos fuerte.

Se han dado a los géneros del comercio cifras de valoración, y así se dice, por ejemplo: 3,0, resistente a la luz, clarísimo; 0, obscuro, de ennegrecimiento rápido. Cinabrio natural expresa tan sólo un matiz. El cinabrio carmín contiene rojo inglés y es por esto estable sólo en apariencia; según Elbner, es tan sólo una designación de matiz. El cinabrio patente es obscuro y se obtiene por vía húmeda. El de China, o en papeles, llamado así por la forma en que va empaquetado, es un tono frio, obscuro y especialmente bello. El cinabrio de antimonio es venenoso e inestable y lo mismo el cinabrio escarlata (yoduro de mercurio). El cinabrio de cosina ha sido coloreado con cosina, un colorante inestable de alquitrán (color escolar).

En todo caso, el cinabrio ha de considerarse sólo como estable condicional, con arreglo a los casos. Con esta limitación se le puede emplear al óleo, temple y acuarela. Al fresco y seco ha de comprobarse en cada caso su resistencia a la cal, además de a la luz. Mientras esta cuestión siga tan poco clara, hay que huir de los substitutivos. Las investigaciones sobre este asunto se hacen en el Instituto Doerner.


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