Bicentenario de Chile

Volver a Proyectos

1. Participantes del Proyecto

Abreu, Elena Fernandez, Sonia Morais, Ana
Acedo, Pepa G. Castejón , Fatima Morales Ibarra, Francisco
Aguirre, Matilde Gallego, Mercedes Reynal, Alejandro
Alcalá, Bléric Garay, María Rolland, Charo
Aragoneses, Sara D’Orestes, Clara Rubio , María
Arteaga, Luis Ghisleri,  Bárbara Salamanca, Javier
Bagó, Carmen Gorfinkel, May Sarmiento, Ana
Bárcenas Tombo, Esther Ignacio, Carmen Studart, Raquel
Cámara, Luis Ladrón de Guevara, Antonio Teresa Herrera, Teresa
Certini, Serena Landaeta, Emma Verde, Purificación
Cruz, Maria del Carmen Marcos, Carmen Vía, Severiano
Cuartero, Pucha Martínez Elcoro, Maite Zohar, Ron
Ducazcal, Sandra Melo, Paloma Zumarraga, Blanca
Escribano, Antonio Merino, Beni Zurdo, Felipe

2. Presentación del Proyecto

Nuestra Escuela de Ingenieros Navales se ha sentido muy honrada porque, una vez más, los jóvenes y prestigiosos pintores chilenos Alejandro Decinti y Oscar Villalón la hayan elegido como sede para “colgar” en su Aula del Carmen, los cuadros que con tanto oficio y entusiasmo realizan los alumnos del Estudio de Pintura que ambos maestros dirigen en
Madrid.
Los casi 6.500 Km. de su costa han hecho que Chile haya tenido una fuerte vinculación con el mar y la navegación a lo largo de toda su historia, y muy especialmente desde que en noviembre de 1520 Fernando de Magallanes se adentró por la Tierra de Fuego y logró salir a mar abierto, el océano Pacífico, con las tres naves Trinidad, Concepción y Victoria, cruzando el estrecho que hoy se conoce con el nombre de su descubridor y alcanzando un objetivo altamente deseado como era encontrar la ruta de unión entre los océanos Atlántico y Pacífico. En épocas recientes es mundialmente conocida y admirada la fuerte presencia del mar en la obra poética de Pablo Neruda quien, además, debió sentir la necesidad de materializar ese profundo sentimiento en las numerosas colecciones de objetos marinos y, muy especialmente, de mascarones de proa que reunió en su casa de Isla Negra.
El tema que ha dado origen y cohesión a las obras que se reúnen en esta exposición es la hermana República de Chile, que hace escasos meses celebró el Bicentenario de su presentación al mundo como nación independiente. Naturalmente, y como homenaje a este país, los cuadros elaborados para esta exposición recogen numerosos paisajes de la variada y riquísima geografía chilena, desde el desierto de Atacama en el norte hasta el cabo de Hornos en el sur, sin faltar, también en ellos, referencias a personajes de las etnias precolombinas.
Para mayor realce del homenaje que con esta muestra se quiere rendir a la nación chilena, la Escuela de Ingenieros Navales ha insertado esta exposición de pintura dentro del programa de actos culturales organizados para el presente curso académico,
por lo que se ha hecho coincidir su inauguración con un recital de música para canto y piano en el que se interpretarán numerosas canciones de distinto origen que han sido incorporadas a la banda sonora de diferentes películas.
A mi felicitación a los organizadores y participantes en la exposición “Pintores Españoles en el Bicentenario de Chile”, deseo unir mi bienvenida a la Escuela a todas aquellas personas que deseen acompañarnos en el acto de inauguración o visitarnos durante la quincena en la que la exposición permanecerá abierta.
Jesús Panadero Pastrana
Director
Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales
Universidad Politécnica de Madrid

Pintores españoles en el Bicentenario de Chile

Por Sergio Macías Brevis

Un grupo de pintores españoles y extranjeros pintan a Chile, sin estar entre sus bosques y ríos cordilleranos; sin sentir el furioso oleaje de su océano Pacífico; sin oír el canto de sus pájaros multicolores, ni los sonidos de la trutruca o el kultrún; sin comer un asado en la Araucanía rociado con pebre y degustado con vino pipeño; sin caminar por el desierto más árido del mundo; sin atravesar sus volcanes, alerces y araucarias; sin paladear unas cholgas de Tomé o unas longanizas picantes de Gorbea; sin sentir el viento de la Patagonia derritiéndose en las mejillas, ni apresar entre las manos fragmentos de hielos milenarios. Pero, nos dan la gran sorpresa pictórica en homenaje al Bicentenario de Chile, porque curiosamente han conseguido lo que pretendían a través de su amor a una tierra desconocida y misteriosa. Para concretar su proyecto se dedicaron a estudiar su larga geografía: “Oh Chile, largo pétalo / de mar y vino y nieve”, como cantaba el poeta de la lluvia de la Frontera y de las resonancias marinas de Isla Negra. Y sintieron en sus almas el mar, el peso de la cordillera en sus pinceles, el rumor de los arenales, de las raíces y de las nubes que cubren sus cerros. Se produce un enlace a través de la imaginación paisajista. En el plano de las composiciones surge el color que busca concretar la realidad que se persigue. Hermoso evento conmemorativo que recuerda la independencia de la patria andina. Esta relación de España y Chile viene desde hace muchos años. Basta recordar al magnífico pintor gallego, Fernando Álvarez de Sotomayor, quien fue director de la Real Academia de San Fernando y del Museo del Prado. Vivió varios años en Chile, donde llegó a ser director de la Escuela de Bellas Artes de Chile, en 1911. Allí, la generación llamada del trece o del Centenario, recibió su gran influencia. Aparecen en la pintura personajes populares, aparte de los obreros y campesinos, los que desempeñan un determinado oficio, más bien artesanal. Sus cuadros son de una gran vivacidad debido al tratamiento de los colores y a sus gruesos trazos. Abarcó varios temas, naturaleza muerta, retratos y paisajes. Mantuvo un academicismo que arrastró de Europa. Se destaca sobre todo por su vigoroso realismo. Lo traigo a colación porque además de ser contratado por el gobierno de Chile para organizar la enseñanza artística, lo que hizo muy bien, también se preocupó de la Gran Exposición Internacional de 1910, para la celebración del Centenario de la Independencia, con la inauguración del nuevo edificio del Museo de Bellas Artes. De aquella fecha hasta ahora también por España han pasado pintores como Roberto Matta, Claudio Bravo y otros que han dejado sus huellas en la memoria pictórica de ambos pueblos, y en Chile, como segunda patria, José Balmes y Roser Bru.

Por otra parte, en este caso, se da una unidad entre pintura y literatura, porque la Escuela de pintores formada desde hace diez años por los jóvenes y talentosos Alejandro Decinti y Óscar Villalón (que sí conocen su patria), para conseguir el fin que perseguía, todos ellos se dedicaron a leer a los grandes, como Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Pablo Neruda, Francisco Coloane y tantos otros. Nada se les escapó al espíritu. La inspiración y la observación lograron su objetivo. Vemos en estos pintores del Bicentenario, como en un despliegue de fuerzas mágicas, cuadros que parecen nacidos de la propia realidad. Y el resultado es un CHILE que nos emociona y deja maravillados.

Madrid, otoño, 2010.

Pintores españoles en el Bicentenario de Chile

por Raúl Alonso Sáez

Cuando hace unos años fui por primera vez a Chile a impartir una clase, comencé mi ponencia diciendo que nunca había estado a tantos kilómetros de mi casa, pero a la vez, nunca me había sentido tan próximo a la gente y a la cultura chilena.

Creo que en ese sentimiento se resume lo que el visitante extranjero siente cuando se adentra en las tierras chilenas. Fue entonces cuando mis colegas del Museo Histórico Nacional, del Centro Cultural Palacio Moneda y del Museo La Merced me fueron mostrados los proyectos expositivos, divulgativos y de investigación en los que estaban trabajando de cara a las celebraciones del Bicentenario de la República. Ellos fueron mis guías y me fueron adentrando poco a poco en la intrahistoria de una serie de hechos y objetos que desde aquel momento pasaron a formar parte de mi universo personal.

Los hechos históricos que marcaron el nacimiento de la República en Chile son sobradamente conocidos. La declaración de la independencia, el 12 de febrero de 1818, fue la culminación de un proceso iniciado el 18 de septiembre de 1810, con la primera junta gubernativa del Reino de Chile. Con el paso de los años se fue estructurando en un organismo autónomo, que evidenció su materialización mediante la creación del primer Congreso Nacional y los trabajos de elaboración de textos constitucionales.

Con motivo de esta efeméride, el gobierno chileno, así como una innumerable cantidad de instituciones sociales y culturales, están realizando diferentes actos y propuestas para la conmemoración del Bicentenario. Un rápido recorrido por los principales actos, evidencia que el enfoque de una buena parte de ellos no sólo contribuye a la reflexión sobre unos hechos históricos, sino que también nos rescata aquellos aspectos materiales y culturales que nos permiten redescubrir el pasado en clave de identidad. En ese sentido, son los objetos culturales –pinturas, esculturas, fotografías, registros fílmicos, obras escritas- los que nos van marcando el sendero recorrido durante estos doscientos años. Especialmente interesante me resulta la recopilación realizada por el Centro Cultural Palacio La Moneda de los primeros registros cinematográficos realizados en Chile, titulada “Imágenes del Centenario 1903-1933”, en el que se seleccionan fragmentos que inmortalizan fiestas como la inauguración del Palacio de Bellas Artes, visitas ilustres, actividades en el Liceo Valentín Letelier o las primeras ficciones realizadas en Chile, como la historia del héroe de la patria Manuel Rodríguez recreada en menos de dos minutos.

Por su parte, el Museo Histórico Nacional de Chile, ha puesto en marcha una serie de actividades y exposiciones en las que fomentan el diálogo y la participación ciudadana en la definición de una identidad nacional, estableciendo relaciones entre la población con su patrimonio y su memoria. La exposición “La Razón del Bicentenario” ha contado con pinturas, grabados, indumentaria, accesorios y objetos de artes decorativas de la colección del Museo, además de objetos históricos como el diario de José Miguel Carrera, un impreso original del Acta de Proclamación de la Independencia, los cuadros de “Proclamación y jura de la Independencia” de Pedro Subercaseaux y un altar de campaña perteneciente a Bernardo O’Higgins. Pero no sólo desde Chile se ha trabajado en la conmemoración de los doscientos años de su independencia. Desde España, también se está haciendo un importante esfuerzo por parte de diferentes artistas chilenos que residen a este lado del océano, por intentar hacer su propia interpretación y valoración de este significativo acontecimiento. De la mano de los pintores chilenos

Alejandro Decinti y Óscar Villalón, se ha organizado la exposición “Pintores Españoles en el Bicentenario de Chile”. No se trata del Chile vivido, sino del Chile soñado e imaginado; en definitiva, el sentido por otros, pero transmitido a uno mismo. El Chile que conocen Alejandro Decinti y Óscar Villalón lo han sabido entregar a los miembros de su escuela de pintores, quienes siguiendo las pautas marcadas por sus maestros, han desarrollado unas obras en las que Chile es el protagonista de un modo meditado y evocado.

La exposición es un relato lento y reflexivo en el que mediante una sucesión de imágenes se establece una fecunda relación con el paisaje y la cultura chilena. Los modelos comunicativos utilizados por estos artistas se confrontan con la visión que otros pintores dieron de Chile hacia 1910, con motivo del primer Centenario de la Independencia Nacional. Aquella “Generación de Pintores de 1913” o “Generación del Centenario” estuvo hondamente influenciada por la pintura española de la mano del pintor español Fernando Álvarez de Sotomayor quien fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Santiago.

Chile y España, España y Chile, nuevamente juntos y siempre separados. Una enorme paradoja. En el año que se celebra la ruptura con los modelos coloniales que venían de este lado del mundo, son las artes plásticas las que nos redimen y nos reencuentran. Una efeméride no es, y no debe ser, un hito para recordar, sino que debe representar algo más, un paso adelante, un aporte cultural y social, una reflexión sobre los sueños de muchos miles de ciudadanos que a lo largo de todos estos años han soñado y han luchado por vivir en un lugar en el que las obras, las ideas, la reflexión y las personas adquieran el protagonismo que les corresponde. Esta exposición resume todos esos conceptos y nos abre las puertas a un país moderno y plural. Bienvenido Chile, bienvenida España.

Pintores españoles en el Bicentenario de Chile

Por Carmen Turrero Arribas

Geográficamente tan distantes, tan cercanas cultural e históricamente. A lo largo de todo el siglo XX, las circunstancias económicas y políticas han mantenido a Europa y América amarradas en una relación reciproca de poblaciones emigrantes en ambas direcciones, amalgamando nuestras culturas y a nuestras gentes silenciosa e inexorablemente.

En concreto España y América Latina comparten un vínculo obvio que nos fusiona: la lengua. Un común denominador que nos enriquece, permite una relación más cercana y entre otras muchas cosas, nos permite disfrutar sin intermediarios de los poemas de Huidobro, Gabriela Mistral, Neruda, Lorca o Antonio Machado.

El concepto de América Latina por parte de Europa ha virado en los últimos años radicalmente. La efervescencia de toda América Latina que camina hacia el futuro con una población joven, con gusto por el cambio, nuevas relaciones internacionales, y Europa, que no deja de despertar a una nueva realidad en la que ya no se siente protagonista exclusiva.

Además de este devenir histórico y lingüístico que nos ha unido indiscutiblemente, aparece en escena la revolución tecnológica mundial como hilo conductor de nuestras relaciones actuales. La globalización tecnológica que estamos viviendo con su potencia divulgadora: Internet y las redes sociales democratizan los medios de comunicación convencionales cambiando definitivamente la concepción de la noticia, de los acontecimientos, de las instituciones. Es un momento crucial para reflexionar sobre lo que hemos hecho bien y lo que debemos cambiar y mejorar en los próximos años.

En el mundo del Arte esta dinámica es aún si cabe más convulsa. Las galerías de arte, los museos, fundaciones, academias, escuelas….se están transformando en espacios multidisciplinares y en muchos casos optan por una presencia en la red en inmensamente más dinámico, efímero pero lo más importante es, sin duda, que el futuro esta en la colaboración, en la coparticipación y la cooperación de muy diferentes profesionales e instituciones.

Universidades, instituciones públicas o privadas, artistas independientes, críticos, comisarios, gestores culturales…todos debemos de concebir el hecho cultural como un conjunto de actuaciones llevadas a cabo desde plataformas que colaborarán en proyectos de muy diferente naturaleza.

Con este espíritu renovado y colaborador el Proyecto Decinti-Villalón con el apoyo de la Facultad de Ingeniería Naval de la Universidad Politécnica de Madrid, Ramírez Maró Institut de Alemania y la Universidad Católica Silva Henriquez de Chile entre otros, se suman a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Chile, celebrado el pasado 18 de septiembre de 2010. Lo que antes sería un acontecimiento trascendental para Chile pero exclusivamente nacional, 200 años de vida republicana, traspasa fronteras y es festejado globalmente.

Una frase de Rodolfo Walsh dice “La realidad no es solo apasionante, es casi incontable”.

Esta exposición “Pintores Españoles en el Bicentenario de Chile”, nos deja caminar por la realidad contable; realidad interpretada, evocada, esbozada….Dejémonos llevar por esta propuesta conjunta que nos encamina hacía un mundo en el que nuestros valores compartidos, se verán proyectados y reflejados globalmente.

España y Chile; presente y futuro

Por Rodrigo Torrealba Ríos

El año 2010 fue la celebración del bicentenario del pueblo chileno, pero no solo de éste sino de otros países latinoamericanos, sin embargo, el 2010 corresponde a una fecha que en estricto rigor, no celebra las independencias, sino que los procesos que años más tarde llevaron a ella. En orden correlativo Argentina (1816), Chile (1818), Colombia (1821), México (1821) y Venezuela (1830), respectivamente. En este contexto, Chile ha tenido un destacado desarrollo dentro de las economías latinoamericanas, lo que le ha significado un posicionamiento interesante dentro de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, y como todos los países de similares características se ha visto enfrentado a las fluctuaciones de la economía producto de las crisis financieras a nivel mundial, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), plantea que Chile como el resto del mundo, no se ha escapado al “desplome del mercado mundial y los precios de las materias primas, sobre todo por el descenso de los precios del cobre en más de la mitad. La demanda interna también ha resultado gravemente perjudicada por el empeoramiento de la situación, con una caída abrupta de la formación bruta de capital y el consumo” (OCDE, 2010).

En este escenario, el Producto Bruto Interno (PBI) durante los cuatro trimestres correspondientes al 2008 y 2009 respectivamente, conlleva consecuencias directas en el desempleo el que aumento rápidamente en este período. A esto se suma la caída del precio del cobre y se configura un panorama no muy alentador. Sin embargo, los economistas coincidieron en su momento que hacia el 2010 la economía chilena recuperaría su dinamismo para acelerar su ritmo de crecimiento hacia el 2011 (principalmente por las medidas del Banco Central en reducir la tasa de política monetaria y la reducción de la emisión de deuda a corto plazo y el establecimiento de un mecanismo de liquidez a plazo). De acuerdo a lo anterior, Chile se ha transformado dentro de América Latina, en un país seguro para inversiones extranjeras en términos de solidez política y económica logrando sobrevivir a los avatares de los mercados internacionales.

Una de los elementos que hecho posible la estabilidad actual, es gracias a los 20 años de la política de la Concertación (bloque político de centro – izquierda que gobernó entre 1990 – 2010), que desde el regreso a la democracia, se encargó de afianzar las sólidas bases democráticas (siempre perfectibles), la estabilidad económica, las relaciones internacionales con resultados exitosos en materia de inclusión de Chile en tratados como por ejemplo; Chile – Canadá, Chile y Estados Unidos Mexicanos.

Un acuerdo por el que se establece una asociación entre la Comunidad Europea y sus Estados miembros, Tratado de libre comercio con los Estados Unidos de América, Tratado de libre comercio con los estados miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio, entre otros.

Con España específicamente, la historia reciente nos dice que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y España tuvo lugar el 14 de junio de 1951. Desde esta fecha hasta hoy, se han mantenido las relaciones diplomáticas sin interrupción alguna, pese a la Dictadura de Pinochet.

En este entendido, ambos países han suscrito diversos convenios de cooperación y tratados que han tenido impacto en Chile y la región. Como forma de acercamiento entre ambas naciones y a modo de ejemplo, en el año 2007, SM el Rey, el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, participaron en la XVII Cumbre Iberoamericana que se celebró en Santiago de Chile. Durante la Cumbre se firmó una declaración y plan de acción con el objeto de materializar la cohesión social en el continente, destacando la propuesta española de creación de un Fondo del Agua Potable y la firma del Convenio de Seguridad Social, entre otros.

El 28 de marzo de 2009, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, viajó a Viña del Mar (Cumbre de líderes progresistas). En noviembre de 2009, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, visitó Chile para la celebración de las consultas bilaterales entre ambos ministerios de Asuntos Exteriores, constatándose las buenas

relaciones existentes. (Dirección General de Comunicación Exterior del Minis¬terio de Asuntos Exteriores y de Cooperación). 10

En el ámbito económico, de acuerdo a las cifras del 2010, las exportaciones españolas a Chile ascendieron a 723 millones de euros en 2010. Las importaciones españolas desde Chile ascendieron a 1.119 millones de euros en 2010.

Desde el área de la cultura, en el año 2010, se realizó en Valparaíso un Congreso sobre lengua CILE (Congreso Internacional de la lengua Española). En este evento hubo un reconocimiento a España donde se destaca la herencia que Chile tiene de éste, tanto en la lengua como en la gramática, y a su vez, se hizo un reconocimiento a las inversiones que tiene España en este ámbito contando con editoriales como: Santillana, Alfa Guara, los Premios Planeta, entre otros, siendo éste un aspecto crucial en el desarrollo de Chile y la cultura.

Como se puede observar, las relaciones entre ambos países se encuentran en un estadio que hace posible que desde distintos ámbitos, se pueda llegar a convenios que favorezcan el desarrollo de ambas naciones, quizás hoy se presenta una oportunidad para generar diversos vínculos en el ámbito del arte que permita un intercambio nunca antes visto en esta materia.

Agradecimientos

Decinti Villalón Proyecto Artístico, expresa su agradecimiento a todos los productores, promotores y patrocinadores de este proyecto. Una especial mención para:

La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de la Universidad Politécnica de Madrid en la persona de D. Jesús Panadero Pastrana, Director y principal patrocinador del proyecto.

La Universidad Católica Silva Henríquez, institución patrocinadora y representante en Chile de este proyecto Bicentenario, en la persona de D. Héctor Concha San Martín, Vicerrector.

Ramírez Máro Institut, institución patrocinadora y representante en Alemania, Bélgica, Holanda y Austria del arte latinoamericano en la persona de D. Rafael Ramírez Máro, Director.

Sergio Macías Brevis, poeta, narrador y ensayista, funcionario de la Embajada de Chile en Madrid.

Raúl Alonso Sáez, de la Subdirección General de Museos Estatales, Ministerio de Cultura Gobierno de España.

Carmen Turrero Arribas, historiadora y gestora cultural.

Rodrigo Torrealba Ríos, sociólogo y académico de la Universidad Católica Silva Henríquez.

3. Publicaciones